162.



¿Imaginamos cómo nos iría si antes de echar mano del maldito y letal recurso a la violencia -entre personas, entre pueblos, entre Estados- echáramos mano de la narración? Obviamente la muerte nos acabaría matando antes o después, pero no por desamor sino por aburrimiento. Porque no sabría hallar motivo, salvo nuestro propio y longevo agotamiento.