144.


Me la apunto como la frase del día, escuchada al vuelo. Un niño que va de la mano de su padre exclama al aproximarse ambos a un árbol frondoso cuyas ramas llegaban hasta el suelo. Mira, papá, un pino. Su padre le corrige con suavidad: no es un pino, es un tejo. El niño repite, en un alarde de concentración natural: es un tejo. ¿No estaba siendo todo un tratado del aprendizaje y de las ganas de aprender, probablemente los dos?