61.


Todos los ídolos tienen los pies de barro (Símil. Estén hechos de mármol, de forja o de madera noble, o de idearios y catecismos abstractos) Sólamente hay uno que cumple su cometido con total constancia y proporciona máxima seguridad: la madre. Si de los ídolos de poca monta se esperan milagros o dones que no suelen obtenerse, de la madre cabe la salvación. Es el verdadero puente e interlocutor con la naturaleza, la exterior de la que procedemos y la que se genera y desarrolla dentro de cada uno de los hombres.